Las Arcillas Alta Temperatura están diseñadas para ser cocidas a una temperatura superior a 1.200ºC, siendo la temperatura recomendada 1240-1250ºC. Dividimos estas arcillas en tres grandes familias: greses, porcelanas y refractarios. Los refractarios son, de los tres, los que más poro abierto mantienen tras la cocción. De hecho, es frecuente cocer a alta temperatura una pieza de refractario en primera cocción y posteriormente esmaltarla con un vidriado de baja. Este proceso será más difícil lograrlo que con los greses y porcelanas, ya que estas pastas vitrifican y cierran el poro, de tal forma que la adherencia del esmalte será mucho más complicada. La alta temperatura consta de arcillas más resistentes a choque mecánico y por ello serán las más elegidas para la elaboración de vajillas y elementos culinarios. Serán además más resistentes en piezas cuya ubicación vaya a ser en exteriores donde puedan sufrir heladas o cambios bruscos de temperatura.