La tecnología también ha llegado al universo del botijo y tiene una clara intención: hacerlo mundialmente conocido. Desde el Ayuntamiento de La Rambla se ha creado una campaña que quiere convertir el botijo en un emoticono de WhatsApp. Una iniciativa divertida detrás de la cual se esconde un objetivo claro y relevante para este objeto clásico de la cerámica y del imaginario español.
Se trata de una iniciativa promovida por el Ayuntamiento de La Rambla (Córdoba), una de las localidades donde se fabrican los mejores botijos de España.
“La campaña busca la difusión del objeto más característico de nuestro pueblo, defendiendo la gran utilidad de un producto tan arraigado en las raíces rambleñas”, explican desde el Ayuntamiento de La Rambla.
Pero lo que realmente pretende esta campaña es re lanzar el sector alfarero de La Rambla, y la producción del botijo en particular, dando la importancia que se merece desde el punto de vista cultural, icónico y como objeto práctico. Entrando de nuevo en nuestras vidas como icono de WhatsApp, aplicación indispensable de nuestra vida diaria, lo queramos o no.
Como explican los creadores de esta campaña, “no sólo se persigue el hecho de que este instrumento de gran uso sea mundialmente conocido, si no que gracias a la difusión que se genere, se consiga relanzar la economía del sector alfarero y que se le otorgue la merecida importancia que tiene y ha tenido en nuestro municipio”.
Hace un mes leíamos en el especial reportajes realizados por El País sobre profesiones olvidadas, uno dedicado al botijo cordobés, y al descenso de sus compra, y por ende, e los artesanos que viven de ello. “El problema es que cada verano se venden menos botijos”, indica el artículo. Un descenso vertiginoso que afecta a generaciones de ceramistas.
Es importante por ello, hacer ”ruido” en relación a esta problemática y evitar que desaparezcan grandes profesiones y pedazos de nuestra Historia.
La campaña del #emotijo pretende con todo esto llamar la atención sobre un hecho concreto, la desaparición de una profesión y de un objeto histórico. Para ello, han creado 2 hashtags #YoBeboEnBotijo y #Emotijo para usar en redes sociales y sometió a votación entre los vecinos de La Rambla qué icono del botijo se escogería para WhatsApp.
La campaña, que se dio a conocer en la Feria ENBARRO en junio de este año, continúa generando ruido. Ha lanzado el primer botijo a la estratosfera. Se realizó desde el paraje de los llanos del Convento, alcanzando una altura de 30.800 metros en dos horas y media, registrando temperaturas de -50 º y con un descenso que duró 45 minutos. Se realizó el lanzamiento en globo, controlado en todo momento por GPS.
Un forma imaginativa de hacerse oír. El objetivo con todo esto es conseguir el mayor números de firmas y apoyos a la campaña, desde empresas españolas, para realizar una petición a Unicode, la empresa de San Francisco (EE UU) que escoge dos veces al año qué iconos entrarán a formar parte de WhatsApp.
Si quieres apoyar la campaña, puedes rellenar el formulario en su web.
Un poco de historia sobre el botijo
El botijo es la pieza más característica de la alfarería rambleña. Se trata de un instrumento de gran historia, pues su uso se remonta a la Edad del Bronce, 3.000 años a.C.
Un botijo es un recipiente de barro cocido que se usa para mantener el agua fresca, e incluso enfriarla unos grados. Tiene una base redonda y un vientre abultado que se estrecha en la parte superior donde se encuentra el asa por el que se agarra el botijo. A un lado del asa se encuentra la boca por la que se procede al llenado mientras que en el lado opuesto está el pitorro o pitón por el que se desliza el chorro de agua al beber de él.
Sebastián de Covarrubias en el año 1611, describió «botija», como «vaso de tierra ventrudo con la boca y cuello angosto. Los niños cuando están para llorar hinchan los carrillos y a esto le llaman embotijarse».