Todos tenemos en nuestro imaginario las hermosas baldosas árabes con motivos geométricos, de vibrantes colores y grecas definidas en patrones perfectos. La técnica empleada recibe el nombre de cuerda seca gracias a la cual podemos utilizar esmaltes de diferentes colores evitando que se mezclen entre sí. A continuación analizamos esta técnica y os ofrecemos algunas opciones alternativas.
La técnica de Cuerda Seca procede de España, data del siglo X y aparece por influencia morisca, cuando los árabes utilizaban grasa animal y pigmentos minerales como el hierro o el manganeso para realizar dibujos sobre piezas cerámicas.
Como resultado ofrece una decoración con trazos definidos y colores diferenciados, que casi parece que estuvieran en relieve sobre la pieza. Aunque se trata de un efecto visual, ya que los esmalten se funden por completo.
En qué consiste la técnica
En primer lugar se aplica un dibujo lineal sobre la pieza bizcochada. Este dibujo puede transferirse con papel calca o realizarse a mano, con lápiz. A continuación se repasa con la mezcla de bióxido de manganeso y grasa (por ejemplo, trementina rebajada con aguarrás o grasa miel). Es importante realizar bien esta mezcla, y disolverla con una espátula ya que de ello dependerá su adherencia y la intensidad del color.
Debe de hacerse poca cantidad, porque la mezcla se evapora fácilmente. Es preferible hacer sólo lo que se vaya a utilizar en un mismo trabajo.
El diseño también podría transferirse mediante serigrafía sobre la pieza, usando una mezcla de manganeso y aceite como vehículo.
Esta mezcla de manganeso y aceite crea resistencia entre los esmaltes, de tal forma que evita que se mezclen, como si pusiéramos un tabique entre cada zona esmaltada.
Se recomienda aplicar los esmaltes con un dispensador tipo pera, aunque también puede emplearse un pincel. Se cuece a baja temperatura.
Como resultado de este proceso, el aceite se quemará y el manganeso creará una línea oscura sobre la arcilla. El efecto se asemejará a un cristal o efecto cloisonné.
Otras formas de separar zonas de color entre sí
Si bien las opciones que os ofrecemos a continuación no son cuerda seca propiamente, si son técnicas útiles para evitar que los colores se mezclen, creando pequeños espacios de color e incluso texturas.
Reservas con cera. La cera repele el esmalte por lo que se pueden dibujar líneas finas con cera y luego aplicar color en las áreas delimitadas. Cuando la cera se quema, aparece una línea negra. Un pequeño truco: si se utiliza un esmalte que fluye mucho, no hay problema si cubre la línea negra ya que la cera se quemará antes de que el esmalte comience a fluir.
Usando engobes. El componente principal del engobe es la arcilla, por lo que con ellos podemos dibujar líneas rígidas y levemente elevadas, que separen varias zonas entre sí.
Utilizando la propia arcilla. Parecido a la segunda técnica, en este caso la opción es crear pequeños y finos tabiques que separen las zonas con diferente color, directamente con la arcilla, que se esmaltarán de color transparente o de un color que combine con el diseño de la pieza.
La cuerda seca en la actualidad
Os mostramos algunos diseños contemporáneos que hemos encontrado en Instagram, realizados en cerámica, con cuerda seca. ¡Que no falte la inspiración!