Seguramente estás pensando en vender tus piezas o tus servicios de formación a través de Internet y te estarás preguntando ¿es posible hacer que mi negocio de cerámica sea rentable vendiendo online? Se trata de establecer una estrategia en otro plano, el virtual, pero en el cual las formas comerciales habituales son más comunes de lo que pensamos.
Actualmente con el cambio de paradigma mundial es posible que vender de forma online cobre un nuevo significado. En este sentido, ¿ha cambiado tu propia opinión? ¿estás haciendo algo diferente? O lo que es mejor, ¿harás algo diferente en un futuro próximo?
Todos los creadores, y en concreto también los ceramistas, estamos pasando por una crisis en este sentido. No concibiendo esta palabra como algo negativo, si no más bien como una ruptura con el paradigma habitual, para adentramos en otro que tenga elementos nuevos. Ni más menos, toca reinventarse.
Nos dedicamos a hacer cerámica de forma vocacional. Sin embargo, no podemos olvidar que para poder seguir haciéndolo, tenemos que tener siempre en mente que también es un negocio, y tiene que ser rentable.
Con un ejemplo sencillo veréis que las técnicas de venta que se aplican en el mundo digital no son tan diferentes a las que estamos acostumbrados.
Cuando asistimos a una feria para vender nuestras piezas sabemos que conseguiremos vender un números de piezas que irá en relación al volumen de gente que asista. De todas esas personas, asimismo, existirá un porcentaje (que será menor) de personas interesadas en nuestro trabajo.
Imaginemos que al día pasan 1000 personas por una feria y que esperamos vender al 3% del total (entre un 2-3% serían valores posibles, en términos de venta). Treinta de nuestras obras tendrían nuevo dueño ese día.
En la venta online, los números no son tan diferentes sólo que el porcentaje de alcance es mucho mayor. Pero no sólo para nosotros, también para nuestra competencia. Lo que hace que el potencial cliente tenga mucho más entre lo que elegir.
De esto se deducen una serie de características que tenemos que saber si queremos vender online y tener éxito.
Ofrecer un producto bueno y diferenciado
Lo primero y muy importante, tener producto, por supuesto. Y dentro del mismo, que tenga coherencia y se diferencie del resto. No quiere decir esto que seamos únicos, los mejores, o los más populares. Pero sí, que busquemos una identidad propia que se plasme en nuestras piezas. Como creativos y ceramistas sabemos que para ello es necesario emplear tiempo en el diseño, en la investigación y solución de cada pieza o colección.
No escatimemos en esto a la hora de hacer nuestra obra. Además, es una de las partes más bonitas y personales del proceso.
Tener tienda online
Por supuesto, sin un destino de compra digital, no podremos vender online. Existen varias plataformas gratuitas para crear tu propia tienda online.
Asimismo plataformas tipo Etsy en la que sólo tienes que registrarte y subir tu obra.
Si no te sientes preparado para hacerlo tú, es un buena excusa para invertir y externalizar el trabajo. Tener una web funcional es esencial en este punto.
Establecer un precio realista de tus piezas
Uno de los puntos que más cuesta a todo ceramista es poner coste a sus piezas. Y si bien esto en necesario para la venta física, en este caso, la distancia establecida por la pantalla hace que sea importante aún más si cabe tener un precio equilibrado a tu pieza para «atraer» al cliente.
Todo ceramista tiene que tener en cuenta dos cosas. Un ceramista es productor, y debe de pensar como el jefe de una fábrica. Cuantas pieza puedo hacer en un año; coste de material, luz, espacio, herramientas, etc . Son los costes de producción.
Por otro lado tenemos el coste de nuestro tiempos de trabajo. Es importante establecer tiempos realistas de cuánto tardamos en hacer cada pieza y cuánto cuesta mi tiempo. Generalmente valoramos nuestro tiempos o muy debajo de la media o por encima.
En este punto, es importante tener sentido común y ser realista. No será el mismo precio según donde vivas, de tu país y tipo de sociedad.
La suma de ambos, multiplicado por 2 o 2,5, sería el coste final de la pieza si vendemos a través de otros, que serán quienes promocionen y comercialicen nuestro trabajo.
Pero también será el precio si vendemos de forma directa. Ya que dicha labor de promoción (desde labores comerciales, tener un local, mantener una web, el packaging, etc), correrán de nuestro lado, y también son costes.
Contar con una comunidad de seguidores amplia y real en redes sociales
Es el equivalente a los clientes que pasan cerca de tu estudio o de tu tienda, o aquellos que se acercan a las galerías.
Por supuesto parte de esos clientes se encuentra de forma fortuita con tu trabajo, otros no. Van directamente a conocerlo porque previamente han sabido de ti por algún medio de promoción.
En el mundo virtual es parecido. La diferencia es que esos clientes son tus seguidores y se pueden conseguir de todas partes del mundo. Pueden acceder a ti con un solo clic en su pantalla. Así de sencillo, aunque no lo es tanto.
De nuevo la oferta es gigante, así que tenemos que decirles por qué nuestro producto es bueno, mejor o diferente. Y esto se consigue a través de las redes sociales.
Contando nuestro trabajo; procesos; nuestra leitmotiv como profesionales; enseñando nuestras piezas; cómo se utilizan; lo que cuestan y por qué; mostrando fotos de calidad y reales, de nuestros objetos.
Toda esta información es importante que sea real y coherente con tu trabajo. De nada nos sirve tener seguidores que jamás nos comprarían. Si son amigos, colegas de profesión, o seguidores «comprados», la probabilidad de compra es realmente pequeña o nula.
Utilizar las redes sociales para dar a conocer nuestro trabajo
Ligado con el punto anterior, es importante reconocer el enorme impacto (positivo) que tienen las redes sociales en la promoción del trabajo creativo.
Una forma muy efectiva es utilizar herramientas como Youtube o Vimeo para compartir lo que sabes hacer, en formato vídeo, tanto si eres una escuela como si tienes obra de creación personal.
Además nos ayudará a conocer qué opinión tienen nuestros clientes sobre lo que hacemos, sobre nuestro diseños, por ejemplo.
Este contacto con los clientes aumenta el engagement y por lo tanto, la probabilidad de que se acuerden de ti y de tu trabajo cuando busquen una pieza hecha de cerámica.
Instagram es hoy la red social más importante para artistas y creativos. El 65% los consumidores eligen Instagram como su red social favorita para consumir productos que tienen que ver con arte y creación (Hiscox online Arte Trade Report).
Por lo tanto, cada tiempo útil dedicado a vender en las redes sociales es tiempo que ganamos para poder dedicar más tiempo en nuestro taller y crear.
En este artículo puedes ampliar información acerca de cómo usar las redes y otras plataformas de promoción digitales:
https://www.marphil.com/como-promocionar-tu-obra-ceramica-en-internet/
Ahora es el momento de que cojas el «testigo» e investigues cómo puedes ofrecer tu producto a través de Internet, cuál es la mejor plataforma para tu estilo de cerámica y quiénes son tus clientes potenciales.
Utilicemos Internet como una pata más de nuestro negocio.