El mundo de los óxidos colorantes o pigmentados ofrece tantas posibilidades de decoración como la imaginación permita. Aplicados sobre y bajo cubierta, existen diferentes formatos que definen cómo se aplican, los colores, y el resultado final. Os aportamos algunas ideas y recomendaciones para que vuestros trabajos queden tal y como buscáis.
Los óxidos colorantes son un recurso decorativo muy utilizado por los ceramistas que les gusta el color y así hacer uso de sus cualidades como ilustradores y pintores.
En el mercado hay varias opciones, que van desde óxidos colorantes en polvo a pigmentos preparados comerciales, lápices, acuarelas o rotuladores. Todos compuestos por pigmentos cerámicos que vitrifican sobre la pieza en bizcocho, con o sin esmalte.
El efecto que se obtiene sobre la pieza va a venir definido por la naturaleza del producto, por ejemplo, efecto lápiz, efecto acuarela, con líneas más precisas o capas más opacas.
A continuación os ofrecemos algunas recomendaciones iniciales para el uso y aplicación de los óxidos colorantes:
- Óxidos colorantes en polvo:
Estos óxidos pueden emplearse para colorear esmaltes o solos con un fundente. Pueden emplearse bajo o sobre cubierta, tras la aplicación de un esmalte en crudo. En esta segunda opción, puede volver a añadirse una fina capa de esmalte sobre el dibujo realizado a óxido, para conservar el efecto brillo o mate del esmalte.
Con esmaltes en polvo comerciales, ya preparados, se puede añadir entre un 5-10% de óxido colorante, según la opacidad que se quiera obtener, sobre piezas esmaltadas, y hasta un 15%, en bizcocho.
Es un porcentaje “promedio” sobre el que se puede, como siempre, trabajar y hacer pruebas. Se pueden cocer hasta 1250 grados, así como en baja temperatura, según la base que se utilice.
Una vez preparada la mezcla, se pueden aplican a pincel, pistola o serigrafía, así como mezclarse entre sí.
Dentro de esta gama también hay óxidos colorantes sin plomo, ideales para piezas que vayan a utilizarse con comida, así como óxidos reactivos.
Estos últimos se utilizan sobre cubierta, ya que “reaccionan”, como su nombre indica, con el esmalte sobre el que se usan, obteniendo efectos diferentes y sorprendentes. Son de baja temperatura.
- Óxidos en suspensión (ya preparados):
Están listos para su aplicación, y en ocasiones pueden mezclarse con un poco de agua, diluirlos, y conseguir efectos más o menos opacos.
Los óxidos Botz, por ejemplo, pueden utilizarse bajo y sobre cubierta, a temperaturas de entre 1000-1250 grados. La paleta de color es amplia, e incluso pueden mezclarse entre sí. Se aplican con pincel o pistola.
Si la elección es bajo cubierta, el esmalte que se utilice para cubrir influirá en el acabado final del color: más o menos pastel, colores tenues o vivos.
Los óxidos Duncan también están preparados, listos para usar, y ofrecen cierta translucidez, pudiendo ser usado para generar sombras y efectos. Se pueden mezclar entre sí y se aplican con pincel.
Mayco ha desarrollado una gama de óxidos muy interesantes por su aplicador. Vienen en envase de plástico con una punta metálica, que se aplica como si fuera un bolígrafo o un lápiz. Ofrece resultados muy precisos, aplicándose sobre bizcocho o esmalte. Su temperatura de cocción oscila entre los 1000-1220 grados.
- Acuarelas, tizas, lápices, rotuladores y ceras cerámicas:
En este caso, el formato define el resultado. Y algo muy interesante es que los óxidos pueden presentarse en forma de lápiz, acuarela, ceras o rotuladores, conservando el efecto que cada vehículo tiene en el resultado final.
Pudiendo asimismo ser aprovechados por aquellos ceramistas con aptitudes en el campo del dibujo, comunicándose también en cerámica, con su propio lenguaje como pintor.
Las acuarelas cerámicas se emplean para la decoración bajo cubierta. Su temperatura de cocción oscila entre 980 y 1250ºC (si bien a esta temperatura algún color puede palidecer) y requieren un vidriado superior.
Las ceras Ceraline son lápices de cera para decoración. Pueden ser empleados sobre cualquier superficie cerámica, tanto para baja temperatura como para alta.
Los lápices cerámicos son una amplia colección de colorantes calcinados cerámicos en forma de lápiz, lo que constituye una gran ventaja para aquellos casos en los que no se domina la técnica del pincel. Se aplican siempre bajo cubierta.
La gama de Tizas Crayocer están formuladas a base de un compuesto cerámico pigmentado para su uso en la decoración cerámica. Desarrollados tanto para la decoración sobre y bajo esmalte como directamente sobre bizcochado ya que son vitrificables, su temperatura de cocción va desde 980º hasta 1200º. Están exentas de plomo.
Los rotuladores Cerámicos son tinta cerámica pigmentada con colores cerámicos. Se pueden utilizar sobre y bajo esmalte para temperatura máxima de 1180ºC y para decoración al tercer fuego.
Óxidos colorantes para todos los gustos. Ahora lo importante es decidirse por uno y probar. Como sabemos, en cerámica, el punto de partida es la experimentación, y los resultados, infinitos. ¡Feliz inspiración!