Una vez más, os abrimos las puertas de los estudios de los mejores ceramistas de nuestro país. Hemos visitado el taller de María Torné, diseñadora de joyas y ceramista con ya unas cuantas colecciones en su trayectoria profesional y sumando. Su inspiración no tiene fin.

Quién: María Torné

Por qué: Porque es un claro exponente de la joyería hecha en porcelana en España y porque queríamos conocer de cerca su inspiración.

Dónde: En su estudio de la calle San Vicente Ferrer 46.

Porcelana, color, experimentación, y diseño, son algunas de las claves que definen el trabajo de María Torné, que se ha hecho un hueco importante en el área de la joyería cerámica.

Pizpireta y trabajadora; lijando sin parar y sacando piezas de moldes, así nos recibe María Torné en su estudio de Malasaña, que comparte con la también ceramista Clara Graziolino.
Transparente y alegre, de sonrisa dulce, su alma y carácter se refleja en sus piezas: explosión de color y buenas vibraciones.

Cuéntanos, María, cada una de tus colecciones tiene alma,  ¿en qué te inspiras?
Me inspiro mucho en los viajes, en lo que vivo en cada momento. Por ejemplo, mi colección Islandia está inspirada en unas piedras que recogí en una playa del Sur del país, que me encantó. Y los colores, también, en su luz. Era un viaje importante para mí y me ha marcado tanto como para crear una línea de joyería.
También me inspiran corrientes artísticas y lo que vivo en cada momento. Y los colores, dependen un poco de mi estado de ánimo.

¿Qué te llevó a hacer cerámica y joyería en porcelana, en particular?
Yo estudié cerámica artística, lo que me ha dado una buena base de conocimientos. Pero vi que no tenía una salida “rápida”. Además ya me interesaba la joyería, tengo varios amigos que se dedican a ello.

Así que recibí dos cursos, uno de joyería con Nuria Soley, y otro de joyería aplicada a la cerámica en el espacio de Ramón Fort. Con esto tuve suficiente para despegar. Por lo demás, siempre he sido muy autodidacta. Ya en la escuela investigaba y veía que me gustaba.

También pensaba en la inversión, consideré que realizar joyería era más viable y manejable.

Y llevo desde 2007 con taller, aunque he pasado nada menos que por 5 talleres. ¡Soy una experta en mudanzas!

¿Por qué la porcelana?

Es el material que más me gusta. Mi trabajo, de alguna forma, puede definirse como mi relación con la porcelana. Ya sea trabajando con planchas o en colada, me gusta investigar. También utilizo porcelana que tiño yo misma.

Soy una obsesiva de la porcelana.

En este sentido, sabemos que el color de tus piezas es uno de los elementos diferenciales de tu trabajo, ¿cómo los elaboras?
Me encanta experimentar, y soy muy salvaje. Hago muchas pruebas con las cocciones. Me gusta crear mis propios esmaltes o colores para teñir la porcelana porque son únicos y propios, nadie los va a repetir. Suelen ser siempre de acabado mate y nacen fruto de la más absoluta experimentación.
Por ejemplo, para obtener los colores de la colección Islandia hice 20 pruebas y me quedé con 11. El rosa me costó mucho.

La parte de investigación me gusta mucho. Tuve un profesor en la escuela, Antonio San Juan, que me dio su cuaderno de esmaltes. Y comencé con él probando de todo. Como reducciones locales en un horno eléctrico. Así consigo el rojo de las Matriuskas.

También tienes una línea de objetos utilitarios.
Sí, después de estudiar cerámica artística hice un módulo de alfarería. Y tengo una línea de jarrones, tazas, cuencos… Y las famosas Matrioskas.

Pero las piezas propiamente utilitarias suelo hacerlas por encargo.
El torno es algo que me gusta, porque me relaja. Pero mi línea de trabajo principal sigue siendo la joyería.

¿Qué opinas del mercado de la cerámica en la actualidad?
Ahora tengo una visión más positiva, creo que la gente se está concienciando un poco más. En concreto, de joyería en porcelana, veo que cada vez somos más los que la hacemos y eso se nota en el mercado: gusta más y se compra más.

En cuanto a la cerámica en general, creo que han surgido muchos diseñadores e ilustradores como Abe the Ape o Guille García-Hoz que han posicionado la cerámica dentro del día a día. Se ha dado un giro necesario hacia el diseño, de hecho hacia allí he “caminado” yo.

Se trata de combinar técnicas ancestrales con diseño, creando así la cerámica del siglo XXI.

Háblanos sobre tus colecciones, ¿qué las caracteriza?
La colección Vasarely está basada en la tridimensionalidad. También me inspiro mucho en la geometría como en la colección Pyramid; el trabajo de las aristas, que da personalidad a mis piezas.

Luego tengo una colección, de las primeras que hice, Golondrinas, con el color azul (recreación de un falso celadón) que hice a raíz de visitar el mercado londinense Portobello.

¿Qué herramientas no pueden faltar en tu taller?

(nos enseña sus mini palillos y «cuchillas»)

¿Proyectos de futuro?
Trabajar piezas de latón con porcelana, es un trabajo en proceso actualmente. Tabién estoy trabajando mezclando pastas coloreadas (María nos adelanta algunas muestras):

Y tengo varios cursos programados a la vista que voy a impartir yo.
Os cuento, entre ellos uno en Granada en el Espacio Cyrcle, de joyería para porcelana.

También voy a dar un curso este verano en la Escuela de Cerámica de La Bisbal.
Será de porcelana para joyería en monococción y calcas cerámicas. Del 31 de julio al 5 de agosto, de lunes a sábado. ¡Me hace mucha ilusión!

¿Qué consejo darías a alguien que comience a dedicarse profesionalmente a la cerámica? Ante todo perseverancia, paciencia y atención. La Cerámica es una disciplina artística que por su proceso de elaboración tan meticuloso te lleva muchas veces a la frustración.
Todas las partes del proceso son importantes, por ello hay que prestar mucha atención a la vez que disfrutar de la etapa, hay que mimar a la cerámica:
– La elaboración de piezas en crudo (amasado, modelado, torneado, planchas, etc)
– El secado (en lugares ni muy húmedos, ni muy calurosos, ni muy rápido, ni muy lento)
– El esmaltado (ni muy líquido, ni espeso, número de capas, tamizado, sin grumos, etc)
– Cocción (cargar bien el horno, limpiar las piezas por debajo, qué curva? le pongo meseta?). No equivocarse nunca de cocción sobre todo si una pasta de baja la llevas a alta temperatura.

En la cerámica a veces lo errores te pueden dar resultados maravillosos o catástrofes irremediables. Cuando ocurre lo primero eres la persona mas feliz del mundo, cuando ocurre lo segundo, pones el grito en el cielo, y vuelves a empezar. Lo bueno es que con ambos resultados siempre estarás aprendiendo algo.

APRENDIZAJE, del bueno, el que nos ha transmitido María Torné, y mucha generosidad con sus palabras y sus consejos. No dejéis de verla cada domingo en el Espacio de Creadores de la tienda de El Rastro de Madrid Old School y sus nuevas colecciones.

¡GRACIAS!

Más sobre María Torné:

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