La utilización de moldes en cerámica abre un mundo de posibilidades que van desde la reproducción en serie, su uso más común, a la creación de formas complejas compuestas. En este sentido es útil para la construcción de piezas escultóricas, partiendo de elementos previamente reproducidos con molde. El área de aplicación de los moldes es enorme, sólo hay que abrir la mente a esta disciplina como recurso creativo.
Imagina que pudieras reproducir tantas veces como quisieras una pieza que has modelado, con la que te gustaría experimentar sus infinitas posibilidades y encontrar su expresión definitiva. Más allá de la reproducción de piezas iguales, con un molde podemos explorar todos sus acabados, diseñarla desde diferentes puntos de vista, rehacer formas, etc. De alguna manera la pieza pierde esa “fragilidad” y preciosismo, propio de una obra única, pero no tan válido para el campo de la experimentación. Crear tus propios moldes de cerámica personalizados te ayudará a salir de tu zona de confort en el estudio y crecer como artista.
Algunos consejos para su fabricación
Hay mucho que contar sobre la creación de moldes para cerámica. Para empezar, el molde no será igual, ni tampoco el sistema de reproducción, según la pieza que se quiera replicar y su material.
Podemos realizar moldes en escayola de piezas no porosas, o en su defecto, aplicar una capa de barniz o goma laca, para cubrir los poros. Esto aplica tanto para piezas de cerámica bizcochadas no esmaltadas como para piezas de otro material, con poro, como podría ser la madera. Originales de plástico, o silicona, son perfectos para la creación del molde en escayola, por ejemplo.
Otra posibilidades es crear un molde perdido, de una pieza hecha en barro sin cocer o en plastilina. En definitiva, la pieza prototipo será destruida con la creación del molde. Pero siempre, siempre habrá que tener un prototipo, bien sea ya terminado, y que se quiera conservar, o uno que se utilice como modelo para el molde.
Si sabemos que vamos a hacer un molde de una pieza que vayamos a modelar nosotros mismos, es importante construir dicha pieza pensando en ello. Los enganches, los pliegues, los huecos, las ondas,… pueden complicar nuestro trabajo. Aunque esto tampoco debe de limitar nuestra creatividad.
Moldes por colada
Antes de hacer un molde, hay que marcar en el prototipo las áreas de “costura”, que vendrán delimitadas por las zona de salida en la pieza, de tal forma que nuestro molde constará de 2, 3, 4 partes, o las que haga falta. A menudo es bueno añadir una plancha de arcilla en la parte superior, donde irá el bebedero de mi pieza, de esta forma será un poco más alto y es más sencillo controlar el borde de la pieza.
IMPORTANTE: todas las piezas, aunque estén barnizadas, hay que cubrirlas de desmoldeante (también puede utilizarse jabón en su defecto), para que pueda separarse con facilidad de la escayola. Asimismo, entre escayola y escayola, es imprescindible usarlo también.
Escogemos una de las partes para reproducir, y creamos la “cama” del molde con barro. Esta fase es importante. Hay que delimitar bien el área sobre la que vamos a colar la escayola y después, crear en torno a ella una caja con tableros que reforzaremos con pequeños gatos
Iremos realizando cada parte, sin olvidar crear pequeños enganches entre cada módulo de escayola, con una cuchara o herramienda redonda, que hundiremos en la cama de barro sobre la que echaremos la escayola.
Con una gubia podremos ayudarnos para separar cada módulo de escayola, no obstante hay que tener paciencia y golpear poco a poco con un martilllo de goma las partes unidas entre sí.
Una vez hecho el molde se deja secar, que puede tardar entre 3 días o una semana, dependiendo de las condiciones ambientales de vuestro lugar de trabajo.
Es ahora cuando podemos comenzar a realizar coladas con barro líquido y ¡probar nuestro molde!
Es posible también crear moldes para apretón, donde usaremos planchas de barro extrusionado. Un detalle a tener en cuenta en este sentido es que no hace falta crear un bebedero y a menudo son moldes de una sola pieza.
Artistas
Hay artistas y ceramistas para los que el molde es una herramienta indispensable de trabajo. Os mostramos algunos ejemplos de gente que utiliza el molde en cerámica en su máxima expresión: