Los esmaltes comerciales tanto en polvo como en suspensión suelen ser muy estables, reflejando el color esperado tras su aplicación. Sin embargo, no hay que confiarse ya que a menudo el color y composición de las pastas también pueden interferir.
En nuestro taller de Madrid, PotteryGym, creamos pequeñas muestras de barro con ayuda de la laminadora, con diferentes pastas, para probar nuestros esmaltes. Pero cuando hablamos de muestreo no hablamos solo de los cambios que se producen sobre una u otra arcilla. La importancia del muestreo reside en conocer, antes de hacer una producción grande, cómo se adapta un esmalte sobre la pasta que vamos a emplear. Estamos hablando de posibles diferencias en la contracción que nos provoquen un craquelado no deseado en el esmalte, escurrido por exceso de capa o temperatura, etc…
Intentaremos que las muestras tengan una parte vertical y otra horizontal como se muestra en la imagen, para ver cómo se comporta en cada caso el esmalte. Por el mismo motivo también puede ser interesante darle diferentes texturas a la arcilla.
Trabajar en alta y baja temperatura nunca es lo mismo. Cuando aplicamos un esmalte en baja temperatura, sobre una pasta previamente bizcochada, el esmalte no llega a fundirse del todo con el soporte, siempre será algo superficial. De ahí que haya más posibilidades de que el esmalte salte.
La alta temperatura, en cambio, genera una fusión total entre el esmalte y la arcilla y a medio camino entre ambos procesos, tendríamos la opción, a veces empleada, de bizcochar una pasta de alta temperatura a dicha alta temperatura y probar a esmaltarla posteriormente en baja temperatura.
Como las opciones en cerámica son tan amplias y siempre con el objetivo de minimizar los posibles futuros errores, recomendamos siempre que sea posible, muestrear previamente nuestros trabajos.
A continuación os mostramos algunos ejemplos de muestreo.
Como sabéis los esmaltes de Mayco de la gama Stroke&Coat son muy estables y no presentan errores o imperfecciones aunque se apliquen de forma poco atenta. Además casi todos funcionan en alta y baja temperatura.
A pesar de ello, es importante hacer una muestra del color escogido sobre la pasta en la que vamos a trabajar, para ver y valorar el resultado final exacto. Hemos escogidos dos pastas refractarias, una de color blanco y otra negra:
Vamos a utilizar esmalte color verde jade de la marca Mayco. Aplicamos dos capas de esmaltes sobre nuestra pieza previamente bizcochada.
A continuación dejamos secar y cocemos a 1.250 grados.
¿Qué os parece el resultado? Como veis difiere bastante, según la pasta en la que apliquemos el mismo color. Algo que parece muy obvio pero que tendremos que tener en cuenta a la hora de presentar un proyecto a un cliente, por ejemplo.
Sobre la pasta blanca el color es entre un verde y un azul turquesa, mientras que sobre la pasta negra obtenemos un color claramente verde, más parecido a la piedra de jade, pero matizado. Ambos resultados son muy interesantes, pero diferentes.
Otro claro ejemplo en el que se ve la diferencia en el resultados al aplicar esmaltes, es el del clásico esmalte transparente miel de Prodesco 5301, tiene un efecto melado sobre una loza blanca, en cambio sobre la arcilla negra de manganeso PM de Sio2, conseguiremos dar un brillo espectacular a la arcilla sin que se aprecie el tono miel. Este acabado mejora en muchos casos el acabado final en comparación con un transparente incoloro estándar.
Lo mismo hacemos con nuestros engobes. Para ver cómo se va a comportar en cada pasta, realizamos muestras con el barro aún sin cocer.
Este proceso de muestreo en concreto lo estamos realizando en el taller para nuestro próximo curso de engobes.
Recuerda que si quieres profundizar en el mundo de los engobes, puedes aprender en detalle en el próximo curso intensivo sobre su aplicación, efectos y texturas el día 13 de abril de 2019 en PotteryGym.
