El objeto artesanal va ganando adeptos cada día. Podemos observar que el interés de lo hecho a mano, tanto desde un punto de vista del consumidor como de creador, está de «moda». Sin embargo es más que una tendencia, es un cambio de paradigma en el concepto de artesano y de artesanal. La artesanía contemporánea, con un estilo, formas y reglas nuevas, ha llegado para quedarse.
Hace apenas un mes nacía SACo, la Asociación de Artesanos de España Contemporáneos. Su objetivo es aglomerar el trabajo artesanal de nuestro país y visibilizarlo internacionalmente como un legado cultural español. Entre otras acciones, la idea es crear un sello común que sea reconocido a nivel internacional y que garantice la autenticidad y calidad de cada pieza.
Actualmente la sociedad está formada por artesanos del textil, de la madera, el cristal, la piel y también, de la cerámica, como Fernando Alcalde y Vajillas de Ultramar.
La marca Loewe ya aventuraba desde sus orígenes el valor de los hecho a mano. En sus inicios, sus bolsos tenían este espíritu y el precio no hace más que poner en valor el proceso artesanal.
Enrique Loewe, actual presidente de honor de la Fundación Loewe siempre ha destacado la importancia de lo artesanal en su marca, como base del lujo. «La artesanía ha sido la esencia del lujo de Loewe».
La creación del Loewe Craft Prize refleja su compromiso con la artesanía. La ceramista escocesa Jennifer Lee fue la ganadora de este premio en 2018 con su pieza «Pale, shadowed speckled traces». Sus jarrones son excepcionalmente únicos. Realiza aproximadamente 12 pieza al año. Tarda entre dos a cinco semanas para crearlas y antes incluso de comenzar el proceso de construcción a mano, Lee colorea personalmente toda la arcilla. Un proceso artesanal, conceptual y elevado a categoría de lujo.
Varias voces y nuevos puntos de vista están poniendo el acento en que lo hecho a mano puede ser el nuevo lujo. Pero la artesanía, además, está cambiando. El artesano actual prototipa, afina y escala. Y a su vez, piensa con sus manos.
Emplea materiales tradicionales pero también está abierto al uso de las nuevas tecnologías.
Lo que no se pierde es su grado de compromiso con la sociedad, con el medio y sin duda con el material. El artesano ama su material y deja una impronta personal.
El movimiento creado por la ceramista brasileña Lauren Moreira «More Clay, less Plastic« es un reflejo de este compromiso. La cerámica como baluarte de una nueva generación de personas concienciadas con la protección del entorno natural.
Una solución práctica a una problemática mundial.
Asimismo el trabajo artesano es una continua búsqueda de la belleza, no sólo de la funcionalidad. Objetos que puedan gustar, que resuelvan el misterio de la belleza, que puedan emocionar e incluso que cuenten historias. Son atributos básicos de un objeto artesano.
Es por todo esto que un objeto creado de forma industrial, donde la máquina no es una herramienta y donde la esencia del objeto no es contar ni transmitir, es difícil que desbanque a la pieza hecha a mano.
La artesanía será por ello, el nuevo lujo, entendido éste como un objeto único, especial, apreciable por aquellos con una sensibilidad diferente, y que valoran sus atributos como un «regalo».