Las formas y esmaltes de inspiración oriental son un recurso empleado por muchos ceramistas, que está viviendo un momento “dorado” en la actualidad. Os traemos un ejemplo de trabajos que hemos encontrado con Celadón y Tenmoku. Un claro ejemplo de cómo sacar partido a estos esmaltes, combinando tradición y modernidad.
CELADÓN
Se trata de un barniz utilizado por primera vez en China sobre gres y porcelana en un intento de imitar el color y la textura del jade. Sus colores van desde tonos verdes a los tonos azul verdoso, y contiene óxido de hierro. Es muy valorado en China, Corea, Tailandia y Japón.
Se cree que el nombre de “Celadón” procede de la analogía realizada con el color de las cintas verdes de la túnica usada por el pastor “Celadón”, héroe del romance pastoral L’Astrée, de Honoré d’Urfé. Recientemente, los estudios han presentado la teoría de que el nombre “Celadon” podría derivarse de una alteración del nombre Saladino, un sultán que en el año 1171 se sabe que envió un regalo de cerámicas al Sultán de Damasco. Historia o leyenda, los esmaltes de celadón ofrecen colores muy tradicionales de la cerámica, y unos tonos verdes únicos
Así lucen las piezas con esmalte celadón, de artistas y artesanos actuales y activos en redes:
TENMOKU
Es un esmalte de color marrón-negruzco con alto contenido de óxido de hierro.
Es muy utilizado en la ceremonia del té. El Tenmoku que se emplea en todo el mundo fue creado originalmente en Japón. Cuenta la leyenda que un sacerdote japonés trajo los tazones esmaltados negros del templo Tenmoku (en China) a Japón, introduciéndolos como cuencos de Tenmoku. Desde entonces, los tazones de Tenmoku se han utilizado para la ceremonia del té.
Aunque los cuencos Tenmoku son generalmente negros, el rango de color puede va desde ciruela oscura a amarillo, marrón a negro. El color cambia en función de la cantidad de hierro que se funde en el esmalte durante la cocción. Es por eso que los utensilios de Tenmoku parecen cristalinos en el esmalte e incluso misteriosos, porque ofrecen mucho brillo aportado por el hierro, en comparación con el cerladón. Es un trabajo duro, incluso para los artesanos más expertos, debido al proceso de cocción y enfriamiento.
Aquí os traemos algunos ejemplo del arte Tenmoku que hemos visto en las redes sociales: