Esmaltar piezas es una de las técnicas más complicadas de la disciplina cerámica. El tipo de esmalte, el grosor de la capa, la limpieza previa de la pieza, la forma de aplicación…, son algunas de las cuestiones que hay que tener en cuenta antes de esmaltar. Te enseñamos cómo hacerlo de una forma rápida y sin errores.
El esmaltado por vertido permite poner una capa uniforme sobre la pieza de cerámica. Además, al aplicarlo directamente sin pincel, no se notarán las marcas que este puede dejar al paso de las cedras.
Asimismo, esta técnica es ideal para poner color a piezas de vajilla, planas o cóncavas. Si queremos esmaltar una pieza que tenga muchos recovecos, necesitaremos la ayuda del pincel para cubrirlos.
¿Cómo esmaltar nuestra pieza por vertido con un resultado perfecto?
MATERIAL
- Esmalte. Nosotros hemos escogido los esmalte metalizados de baja temperatura de la serie lustrados Galaxia sin plomo
- Piezas bizcochadas
- Un barreño grande
- Pinzas para esmaltado
- Una jarra
PRIMER PASO
Preparamos el esmalte en polvo, mezclándolo con agua. Una vez hemos conseguido la consistencia adecuada, colamos el esmalte y lo ponemos en una jarra con la capacidad suficiente para contener el esmalte necesario según la pieza que vallamos a decorar.
Es muy importante no quedarnos sin esmalte mientras estamos vertiendo sobre la pieza, ya que comenzaría a secarse mientras rellenamos la jarra, y entonces sí podríamos notar diferencias en cada capa.
SEGUNDO PASO
Colocamos nuestro barreño. También tiene que ser grande, lo suficiente para cubrir el diámetro de la pieza.
Limpiamos bien las piezas que vayamos a esmaltar, para evitar que el polvo reacciones con el esmalte y de resultados no deseados.
Con ayuda de unas pinzas, agarramos bien la pieza bizcochada y la colocamos sobre el barreño.
TERCER PASO
Comenzamos a verter el esmalte, con ayuda de la jarra, sobre nuestra pieza. Es importante ser rápidos al realizar el trabajo, para cubrirla de forma uniforme.
Si comienza a absorber, tendremos diferente grosor de capa y eso puede notarse en el resultado final, tras la cocción.
Así, cubrimos la pieza por completo, por delante y por detrás.
Si queda algún pequeño agujero sin cubrir, con ayuda de una pincel, y de forma muy suave, aplicamos un poco más de esmalte.
Cuando terminamos de utilizar un esmalte, lo guardamos en un recipiente correctamente etiquetado y preparamos el siguiente.
CUARTO PASO
Dejamos secar la pieza unas horas y cocemos, a temperaturas entre 950-1000 grados.
¿Qué os parece???
¡El resultado es precioso! Además, los esmaltes lustrados Galaxia tienen efectos diferentes según la capa. De este modo, podéis probar y poner más de una capa, por vertido, sobre la pieza, dejando secar entre cada una de ellas, y comprobando los resultados.