En nuestro tutorial de “la vuelta al cole” os enseñamos una manera muy sencilla y bastante rápida de hacer bases originales para vuestras piezas de cerámica utilitaria. Sólo necesitáis unos cuantos troqueles o cortadores con formas y vuestra imaginación para comenzar.
La base de una pieza de cerámica es una parte esencial, tanto en términos de diseño como de funcionalidad. A menudo aporta personalidad a un trabajo, haciendo que una pieza se diferencie verdaderamente de otras.
Por otro lado, la unicidad entre los factores proporción del tacón con la pieza, su colocación así como equilibrio entre grosor y altura (que debe ser igual en todas partes), hacen que muchas veces, crear un pie de cerámica se complique.
Para resolver estos contratiempos, os proponemos hacer estos tacones de cerámica usando troqueles con formas diversas.
Qué vais a necesitar:
- Barro refractario Lila chamota fina PRLF
- Troqueles o cortadores
- Barbotina
- Pinceles y palillos para coser los tacones a la pieza
- Esmalte de alta temperatura
PRIMER PASO
Hacemos una plancha de barro con ayuda de un rodillo o de la laminadora. El grosor dependerá de la altura que queráis darle a vuestra pieza.
SEGUNDO PASO
Hemos utilizado cortadores con formas cuadradas, romboides y formas abstractas que adaptaremos al diseño de nuestra pieza.
Como veis, en ocasiones utilizamos el molde en su forma original pero en otras ocasiones, nos servimos de él para obtener una nueva forma y hacer un tacón más original.
Con esto queremos transmitiros que pueden servir de soporte para vuestras creaciones.
TERCER PASO
Hacemos barbotina, con el mismo barro que estamos utilizando para nuestras piezas, mezclado con agua. Necesitamos una pasta densa, parecida a un yogurt espeso.
También hemos hecho diseños utilizando hojas sobre nuestros platos.
Esperamos a que el barro haya secado hasta conseguir la consistencia dureza de cuero.
Con ayuda de un palillo, realizamos marcas en la pieza y en el tacón, ponemos barbotina y cosemos bien, para evitar que se despeguen durante la cocción.
CUARTO PASO
Cuando nuestras piezas se hayan secado totalmente, las bizcochamos a 980 grados.
Esmaltamos y volvemos a cocer en alta temperatura, entre 1200 y 1300 grados.
¡Ya lo tenemos! ¿A qué es muy fácil? Ya podéis presumir de tacones perfectos en vuestros platos y tazas de cerámica.