Las emociones y el arte están poderosamente conectados. Es por ello que disciplinas como la pintura, la fotografía, la escultura o el teatro se utilizan cada vez más con fines psicoterapéuticos. Carlos Fortunato lleva trabajando más de 20 años en este área, utilizando la pintura y el barro como canalizadores. Hemos charlado con él para conocer en profundidad su técnica de trabajo.

La unión entre arte y terapia es un binomio a priori “natural” pero que no siempre es fácil de comprender. Conocer de primera mano y entender en qué consiste el proceso de sanación mediante el arte; cómo a partir de una obra de expresión personal, que sale de lo más profundo, de una parte consciente y por supuesto inconsciente, se puede trabajar el conflicto y buscar la solución.

Carlos Fortunato tiene la capacidad de conectar, y mucho, con las personas. Su empatía se ve enfatizada gracias a sus conocimientos profesionales de psicoterapia y arte. Con él hemos entendido e interiorizado esta relación fantástica, y así nos lo cuenta.

¿En qué consiste el trabajo terapéutico que realizas a través del arte?

Partiendo de un contenido emocional, pido a las personas que tomen contacto con él, que lo visualicen y focalizando la sensación sentida en el cuerpo al hacerlo, usamos esa información para dotarlo de textura, forma y color. Esto se materializa en una pieza que puede ser una pintura o una forma hecha con barro.

Desde un enfoque terapéutico, trabajo lo que ahí se plasma para darle una salida al conflicto que en esa forma se
expresa. Se trata de simbolizar el bloqueo y trabajar, sobre todo, en el “auto-boicot”.

¿Cómo podemos utilizar el barro en este sentido?

Con barro se trataría de llegar a modelar una forma que simbolice el conflicto y buscar, a través de un trabajo de consciencia, la salida más orgánica al mismo. Es una experiencia muy rica y vale la pena abrirse a ella. Además el barro conecta con algo muy primario, así como la escultura. Interviene el tacto y eso entronca con experiencias de nuestra infancia, con el bebé que aprende tocando con sus manos.

Pero cualquier medio es válido. El arte es una herramienta muy potente para hacer terapia.

Carlos Fortunato es terapeuta con una importante base artística.

Desde los 13 años comenzó a trabajar con barro, de la mano de su profesora Marisa Alonso. “Trabajaba desde el bloque de barro, golpeando la arcilla para ver qué salía”.

Más tarde hizo Bellas Artes en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, en Argentina. Siempre quiso conectar el arte con la terapia emocional.

En 1987 vino a España y tras trabajar 10 años como director de arte en el sector de la publicidad, recibe formación en terapia gestáltica durante 4 años en la escuela C.I.PH.A.R.

Así es como comenzó a dar clases de pintura con un enfoque terapéutico.

¿Cómo son tus clases?

Doy clases de pintura con un enfoque terapéutico, en las que trabajo enseñando el lenguaje plástico e indagando en temas personales que se elaboran a través de la pintura.

También trabajo con profesionales de la enseñanza para enseñarles metodología de trabajo con pintura y creatividad, y con artistas para elaborar bloqueos y acompañarles en sus proyecto creativos.

Una vez al mes organizo grupos, de un día, a los que pueden venir personas que estén conmigo durante todo el año o no, para aprender a pintar desde esta metodología.

Carlos nos explica que la vida se rige en muchos aspectos por el “ciclo del deseo”. Deseamos algo y vamos a por ello. En este punto, aparecen las “interrupciones” o “lo neurótico”, que impiden avanzar para la concreción del mismo.

El trabajo de terapia consiste en desbloquear dichas interrupciones para que se cumpla el “deseo”. Enfocar y conseguir
que las personas ganen confianza en que saben y pueden, son dos elementos clave de este proceso.

¿Por qué conectas con la cerámica? 

Para mí el torno es como una meditación creativa y activa. Te sitúa en el aquí y el ahora.

Me resulta muy bello y me encanta el material, así como su categoría de artesanía, descarga de las expectativas que genera hacer arte. Además la cerámica es una cuestión muy física y es muy gozoso tocar el barro.

Y me da mucha libertad. En el torno puedo investigar formas, color, volumen, texturas…

Carlos estudió en la Escuela de Cerámica de la Moncloa con Álvaro López y Joan Llácer y ha realizado talleres con Ramón Form y Francisco Gálvez.

¿Cómo es tu obra cerámica? ¿Qué materiales trabajas?

Una parte de mi obra es alfarería. Me gusta ensamblar piezas realizadas al torno, hacer obras de formato grande, jarrones, generalmente.

También hago escultura, formas abstractas para pared, en refractario. En general trabajo alta temperatura y decoración con engobes.

¿Cuál es tu inspiración?

Me gustan los ceramistas ingleses, franceses y nórdicos. Lisa Hammond, Jean_Nicolas Gerard, Clive Bowen y por supuesto, Hans Coper entre otros.

¿Cómo ves el mercado de la cerámica hoy en día?

 Yo creo que hay un auge de la cerámica y eso es muy bueno. Se está abriendo a otros negocios y hay diversidad. Es bonito que haya de todo. Además es un buen momento para la investigación y la creación.

Carlos Fortunato es la perfecta combinación entre terapeuta y el siempre imprescindible profesor y mentor. Su experiencia y especialización hace que pueda guiar a las personas por el camino del arte y de la creatividad, como un faro en el camino.

¡Muchas gracias Carlos por tus conocimientos y sobre todo, por compartir!

Web Carlos Fortunato: http://carlosfortunato.com/

Si quieres conocer de cerca su trabajo, hemos organizado un taller de Arteterapia y Barro en PotteryGym. ¡Te esperamos!

https://www.marphil.com/evento/arteterapia-con-carlos-fortunato-3/